viernes, 7 de enero de 2011

Ya cayo el primer bolo del año

Secuencia de tres fotos de un mismo escenario
No hay mucha mar, poca altura de ola

Pero quizás hubiese posiblidades en esa espuma que dejaba la ola, en la que tanto le gusta cazar a nuestra amiga, si están cazando por ahí seguro que las engaño

En las quedadas se veía el color marrón del agua, restos de arena en suspension del mar de fondo de mareas anteriores, mejor dejamos la pesca para otro día, no se veía el pez artificial ni a 10 cm. de distancia con ese agua tan turbia


Cuando uno no pesca nada, intenta analizar las causas del porque unos días si se pesca y otros no.
He tomado estas fotos desde el mismo sitio, intentando recoger en ellas las impresiones que me iba produciendo el escenario donde hoy estaba pescando, un sitio cercano que días atrás me dio las capturas de la entrada anterior, claro que con otras condiciones, aun así y con esas condiciones, lo intente hasta la hora de ir a comer, ya que estaba allí no iba a dar la vuelta sin lanzar mis peces.
Después de ver esta escena en el mar, sabia que hoy seria el día de no pescar nada, el primer bolo de muchos que acabare coleccionando al cabo del año.

domingo, 2 de enero de 2011

Esta son lo reyes adelantados

1,780 Kg


Este también pensó en hacer compañía a la lubina pero lo deje allí para otra ocasión, no era lo que iba buscando.

Fui cerca de casa a un sitio que aun no conocía, ya que estaba lloviendo y no me apetecía recorrer muchos kilómetros, tarde en encontrar la bajada, pero aun así mereció la pena ir a mojarse y patear un poquito para encontrar el sitio donde se escondía el camino, a las 10.00 baje al pedrero y a las 10.15 ya la tenia fuera, luego salio un aire del E que no dejaba lanzar nada bien los señuelos y como aun seguía lloviendo a las 11.00 decidí dejarlo para otro día.
Me dio mucha guerra para sacarla ya que el sitio estaba lleno de piedras que afloraban en la superficie y como venia clavada por la aleta dorsal y por la parte de arriba de la cabeza, venia con muchisima fuerza, así que hubo que hilar muy fino, y viendo que no podía sacarle la cabeza arriba tuve que andar saltando de piedra en piedra para ir sacándola de detrás de ellas, ya que esta tenia esa manía de jugar al escondite detrás de las piedras, claro y el hilo mientras rozandose con la peña, pero no había mucho oleaje y pude saltar bien para conducirla caña en alto hacia la orilla.