Sábado al amanecer, a las 5,15 en la puesta preparados, aun no ha amanecido y en la oscuridad acertamos con el único sitio donde hay un montón de algas, primera lanzada en la noche algas, segunda lanzada parón en seco las algas me bloquean la anilla de la puntera, las desengancho rápidamente para sacar el pez de allí cuanto antes y cuando levanto el trenzado 200.000 kg. de algas encima del trenzado, lucha interminable con las manos descubiertas contra las algas intentando recuperar mi Z-Claw nuevecito y que aun no había visto nadar y no fui capaz de sacarlo, así que pececillo perdido, así como un montón de metros de trenzado y algunos cortes mínimos en las manos, ya de mal humor nada mas empezar cambio la bobina por el trenzado de invierno y amarro un Feed Shallow saco una pequeña y a la cuarta o quinta lanzada sale volando hacia el infinito y mas allá, esto no podía ir peor, así que tranquilidad y paciencia, luego coloco el komomo 125 al cual le tengo un aprecio especial y me da otra pequeña, y ya no volví a sentir una mas.
Por otra parte mi hijo fue el triunfador de la mañana, Feed shallow blanco y primera captura cuando aun no había amanecido, foto y al agua, después saca otra que tampoco daba la talla y luego consigue sacar una tercera de 600 gr. después de cometer algún error de principiante, que fue intentar coger el hilo con la mano antes de sacarla del agua, menos mal que venia bien clavada.
El resultado final fue de 5 roballizas, 4 devueltas al agua con vida y una de 40 cm. y 600 gr. que se vino para casa, ya que al chaval le hizo mucha ilusión llevarse una para casa, es la primera que saca que da la medida y puede disfrutarla, además se la gano con el madrugon que se metió, las encontramos en los lados de las algas en el repunte de pleamar, cebándose a la cantidad de pulga que había entre las algas, picaban cerquita a dos metros de la orilla, por afuera no había ninguna gorda, a las 9.00 horas de la mañana a desayunar, y a otro sitio a aprovechar la bajamar, ahí pesque yo casi todo el tiempo ya que el chaval ya estaba cansado y no sentí ninguna, ni grande ni pequeña, un pequeño descanso, bocadillo de chorizo al lado del mar y lata de cocacola, todos los restos a una bolsita y al maletero del coche para poder echarlos en la basura de casa, no dejando nada por los pedreros que delate nuestra presencia ya que cada vez dan mas pena con la cantidad de basura que acumulan y a dormir una siesta a casa, ya que madrugamos para poder aprovechar el repunte de marea al amanecer y pescamos de 5.15 a 12.45 muchas horas, demasiadas, incluso para mi que estoy acostumbrado.